La movilidad eléctrica ya no es un sueño futurista: es una necesidad urgente. Y en México, el cambio está en marcha, con avances importantes, aunque también con barreras por superar.

Yolanda Villegas, asesora estratégica de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), lo resume así: tenemos el talento, la industria y las condiciones… solo falta un plan integral que lo acelere todo.

Entre los retos más fuertes destacan:

• El alto costo inicial de los vehículos eléctricos.

• La falta de una infraestructura de recarga segura y confiable.

• Y una regulación clara para proteger al consumidor.

Aun así, hay pasos firmes. AMIVE ya reúne a actores clave de la industria, como Mitsubishi, y ha llevado la conversación a espacios importantes como el Senado. Se impulsan propuestas para incentivar fiscalmente la compra de autos eléctricos, regular estándares de seguridad en cargadores, y bajar los costos de operación para que la electricidad sea más barata que la gasolina, como debe ser.

Además, se abre la conversación sobre tecnologías complementarias como el hidrógeno. Aunque su adopción masiva aún está lejos, México tiene potencial para explorarlo en segmentos de transporte de larga distancia, especialmente si se produce a partir de gas natural (hidrógeno azul).

Desde ConectaBee, celebramos estos esfuerzos y recordamos que la transición energética no es opcional, es urgente. Y como ciudadanos, empresas o instituciones, podemos acelerar el cambio si apostamos por la electrificación con responsabilidad, visión y soluciones accesibles.